viernes, 24 de enero de 2014

ApodoFilia


Hace apenas dos días que ha saltado a los medios la existencia de un violador en serie en la ciudad de Barcelona. La mayoría de las noticias están bien informadas y redactan sobre una correcta base teórica, algo raro cuando de temas criminológicos se trata. Pero parece que la morbosidad de  las temáticas de asesinos y violadores en serie lleva a que se haya profundizado en su conocimiento almenos a la hora de ser rigurosos con la información. Además en España contamos con muy buenos profesionales en la materia que han facilitado la rigurosidad que está caracterizando las distintas noticias que salen al respecto.

En cuanto a la publicidad de este tipo de casos, parece necesario que ante un sujeto de alto riesgo, como parece que se ha determinado al presente violador, se dé la información que facilite la toma de medidas preventivas por parte de la población, a la espera de que sea capturado e inocuizado. Pero a mi entender carecen de relevancia informativa que se den de un modo tan detallado los datos referente a la firma y al modus operandi del criminal. Alguien debería advertir a algunos redactores del efecto criminógeno que la información de tales datos puede producir. Por un lado facilitan la imitación, ya sea por placer sádico o como táctica encubridora y por otro hay riesgo de que ciudadanos enfurecidos implanten su propia justicia. 


[El hecho de que el propio violador sea conocedor de sus errores, mediante las noticias, en este caso concreto, no parece del todo seguro que tenga que ser criminógeno. Ante un sujeto tan impulsivo y poco premeditado como el que parece que es, podría incluso ser algo que le volviera más nervioso y por consiguiente más visible y por tanto detectable.]


Además resulta del todo innecesario que se le apode tan rápido de un sobrenombre. ¿Quién inventará los apodos de los asesinos y violadores? Qué aporta cuando el caso criminal es tan reciente cómo el actual? Ni siquiera desde un punto de vista clasificatorio. El arma utilizada no siempre es el dato que más categoriza a un criminal, además no es un arma tan inverosímil en estos delitos como para ser destacado. A mi entender es una artimaña más de la mediatización y el sensacionalismo. Se potencia a crear un dramatismo innecesario, sobretodo para solucionar el caso. No estamos ante un documental sensacionalista para describir a un violador del pasado, sino ante un caso todavía no resuelto y encima de una peligrosidad relevante. La ansia de mediatización vence en la mayoría de las ocasiones. Queremos apodar inmediatamente al criminal antes de saber quien es. Preferimos tener alguien de quien temer que conocer objetivamente ante que tipo y en que grado de peligrosidad estamos. 

Del mismo modo se ha dado una muy mal gestión de las imágenes y ha sido un error su difusión. Ya no importa quien las haya filtrado a los medios sino la poca reflexión que estos han tenido al publicarlas. El ansia de anunciar lo que sea les ha llevado a publicar una imagen borrosa de un chaval delgado y moreno. La mala calidad hace que no se pueda extraer ningún dato relevante. Además se ha de pensar que la sociedad no tiene la preparación policial necesaria, ni la calma y visión de un analista, sino más bien lo contrario. Estamos ante una población cada vez más reaccionaria y menos "premeditativa", y más cuando se trata de infanticidas o violadores. Por ello creo que se debería ser muy cauteloso en este caso ya que de lo contrario y con imágenes tan poco determinantes como las actualmente publicadas, solo se pone en peligro a todos los jóvenes en las que concurran dichas características de ser objeto de linchamiento público e irracional.

Aunque hay verdaderos profesionales del periodismo, hay otros tantos que se rinden al sensacionalismo que da el describir el crimen, evidenciar el sufrimiento de la víctima, o como es el caso, crear un apodo. Dejarnos llevar por evocación cinematográfica que provocan esas descripciones comporta que acabemos teniendo un desconocimiento generalizado de los temas camuflado entre detalles e historietas morbosas. Centrémonos en informar. Y una vez solventado el problema, ya habrá tiempo para estudiarlo, catalogarlo y conseguir un best seller con la novela de turno “basada en hechos reales”.

Noticias de referencia:  
El Periódico 24/01/14 
La Vanguardia 23/01/14


 

2 comentarios:

  1. Buenas tardes, estoy buscando información sobre este individuo y me gustaría saber a qué te refieres cuando dices errores por parte del violador. Muchas gracias

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    1. Buenas. A lo que me quería referir con el apunte, es valorar si el hecho de que el violador conozca qué hechos le han puesto en el punto de mira, mediante la información que aparece en las noticias, puede hacerle tomar mayores medidas de encubrimiento, reenfocar la planificación, variar el M.O. (como puede ser utilizar otra arma, movilizar su campo de acción, evitar los cajeros...)
      Pero a la conclusión que llego es que según los datos aportados por las noticias es más probable que estemos ante una tipología de violador desorganizado (además, así lo establecen los expertos entrevistados en las mismas). Significaría por tanto que hay menos peligro de que ocurra el efecto mencionado ya que la impulsividad, su supuesta incompetencia social... dan que pensar que es un sujeto de mente confusa y con poca reflexión.
      Más peligroso sería por ejemplo si el atacante fuera planificador y premeditara los ataques... pero no creo que las noticias hayan valorado ese hecho y lo hubieran publicado de todas formas.
      Espero haberte ayudado, no dudes en seguir preguntando.

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