Es algo sabido por todos que en los últimos tiempos, el uso
de las nuevas tecnologías y la navegación por Internet se ha popularizado de
un modo sin igual, sobretodo entre los más jóvenes. Ello ha comportado que los
criminólogos prestemos especial atención a este fenómeno social ya que, como no
podía ser de otro modo, no queda exento de problemas delincuenciales.
Al analizar la adolescencia en la red vemos dos claras
problemáticas de relativa novedad: el grooming o acoso sexual vía Internet y el
ciberbullying. Ésta última es la que más repercusión ha tenido en los medios de
comunicación debido al incremento sustancial de los casos en los últimos
años. Éstos días, sin ir más lejos, leía en distintos periódicos artículos
en relación al ciberacoso (ver abajo) Además esta misma semana tuve que
asesorar en un caso de suplantación de identidad en facebook de una chica de
16 años, a la que cogieron fotos públicas de su perfil para crear uno de nuevo
y hacerse pasar por ella.
El caso ocurría en el contexto de un casal para
jóvenes en riesgo de exclusión que lleva una entidad social con la que colaboro
(la víctima es una de las usuarias de este centro) A raíz de ello decidí
redactar una serie de directrices básicas que los jóvenes han de interiorizar
para evitar futuros altercados como el ocurrido a su compañera.
FORJAR UNA
BUENA IMAGEN DE UNO MISMO EN LA RED.
La gente se forma una idea de
nosotros en base a la información que proporcionamos en Internet, las cosas que
publicamos, el tono de nuestros comentarios, las cosas que nos gustan…
Actuar de un modo respetuoso usando
comentarios amables, divertidos y constructivos es de gran utilidad para crear
una imagen y reputación positiva de cara a los demás. Esto es uno de los
mejores antídotos para evitar que alguien intente crear una mala reputación. Nos puede ser de utilidad en el futuro en el caso de que alguien publique comentarios en nuestra contra ya que será más fácil que la gente dude, que
dichos comentarios, sean verdad.
EVITA PUBLICAR
INFORMACIÓN DEMASIADO PERSONAL
Ese tipo de información es la
primera que intentarán conseguir todas aquellas personas que quieran
molestarnos. Se ha de ser cuidadoso con los datos que publicamos, pensando en cada caso cuales no nos importan que se conozcan y cuales
preferimos que no sean de dominio público.
Es importante asumir que cualquier persona puede tener acceso a la información que muestras en la red, y aunque restrinjamos el acceso sólo para amigos, ellos sin querer pueden facilitarlo a terceras personas.
Es importante asumir que cualquier persona puede tener acceso a la información que muestras en la red, y aunque restrinjamos el acceso sólo para amigos, ellos sin querer pueden facilitarlo a terceras personas.
SE DISCRETO
CON LAS IMÁGENES PÚBLICAS
No publiques nada que no dirías
ni enseñarías en medio de la calle, recuerda que Internet es como una gran plaza pública.
Además has de pensar que la
preocupación no debe limitarse a lo que tus amigos o compañeros puedan comentar
en tu contra. En Internet también hay acosadores y pederastas que buscan
imágenes sexuales o insinuantes para distribuirlas y hacer un mal uso con
ellas.
SE CAUTELOSO
CUANDO NAVEGUES POR INTERNET
Navegar de forma agresiva puede
volverse en tu contra. El anonimato en Internet es muy fácil de adquirir y es
muy difícil saber con seguridad quien se esconde detrás de un nick desconocido.
Si enfadamos a un hacker o persona con conocimientos informáticos pueden acabar
accediendo a nuestro ordenador personal y con ello a todos nuestros datos con
el que es posible que intenten extorsionarnos.
Tampoco facilites ningún número
de teléfono o cuenta bancaria, si no sabes a ciencia cierta de que estás en una
red segura ya que normalmente, detrás de una petición de este tipo hay una estafa. Y sobretodo, asegúrate de que
conoces bien a quien agregas a tus redes sociales.
MANTÉN
INFORMADO A PADRES O EDUCADORES DE CUALQUIER CONFLICTO QUE SURJA EN LA RED
Al primer problema que te surja
en Internet es muy recomendable que avises a alguien mayor para que pueda
ayudarte en su resolución. Normalmente tendrán más conocimientos para hacer
frente al problema y siempre es mejor intervenir al inicio, antes de que se
vuelva grave.
No tengas vergüenza de contar
nada de lo que te ocurra. La culpa es sólo de quien te amenaza, insulta o
extorsiona, y de nadie más.
Evidentemente estas directrices no pueden ser plasmadas en
una pizarra sin más como si de las tablas de Moisés se tratase. Han de
explicarse una a una mediante ejemplos reales y aclarar las dudas que susciten
a los menores. No está demás que con posterioridad, como recordatorio, se plasmen en un cartel en
el aula. Además se recomienda realizar una sesión explicativa previa sobre los
riesgos que comporta la exposición en la red junto con una serie de ejercicios
de toma de consciencia racional sobre la publicidad que adquieren los actos que
realizamos en Internet y la pérdida del poder de contención sobre aquello que
colgamos en la interfaz.
Por último una aclaración. Toda intervención preventiva no ha de
reducirse a lo que aquí se ha expuesto, sino que debe ser multidisciplinar y ha
de comprender además la educación/información a familiares y educadores a
cargo de los adolescentes. Pero lo que si que es cierto, y recalco, es que se
trata de un tema en el que lo primordial es la concienciación de los propios chavales,
ya que son ellos los que acceden a la red proporcionando la información que les
puede volver vulnerables o actuando de forma poco cautelosa, que con
posterioridad puede volverse en su contra. En Internet, la prevención más
potente es la que ellos mismos puedan ejercer.
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